martes, 16 de junio de 2009

Dos artes diferentes

De entre todas las cosas que más disfruto hacer en mis tiempos libres mis dos predilectas son leer y ver películas, por eso encuentro interesante encontrar películas basadas en libros.
La verdad es que con la primera película basada en un libro con la que tuve un acercamiento fue la adaptaciones cinematográficas de Mujercitas, basada en el texto de Louise May Alcott, quizás anteriormente pude haber visto muchas películas basadas en obras literarias, pero esta fue la primera en la que había leído el libro y pude realizar una comparación.

Desde esa primera vez me interesé mucho en ver adaptaciones al cine de mis libros favoritos, así me encontré con varios títulos, entre ellos varios basados en los libros de Jane Austen, Alejandro Dumas, William Shakespeare, Charles Dickens, entre otros.

Y es que no es lo mismo ver un personaje siendo interpretado por un actor que usar la imaginación y pensar en como debe ser tal o cual personaje. Es así como te creas expectativas y llegas a decir, Matthew Macfadyen es un perfecto Mr. Darcy, aunque en la miniserie de la BBC de Londres, Colin Firth, le da muy bien el porte, esto refiriéndome a Orgullo y Prejuicio (Jane Austen). También puedes pensar que prefieres a James Caviezel como Edmond Dantés / Conde de Montecristo (Alejandro Dumas) que a Gérard Depardieu, aunque la película que más se asemeja al libro es la de Depardieu.

Es enriquecedor como las películas pueden transportarte a esos mundos que sólo veías en tu imaginación al leer el libro, un buen ejemplo es la Inglaterra del siglo XVIII. Con Jane Austen la puedes vislumbrar por la forma de sus descripciones, pero con películas como Orgullo y Prejuicio puedes verla y decir esto no es lo que me imaginaba, es mucho mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario